informeAntes de iniciar con el proceso de redacción del informe psicopedagógico (IP), debemos de tener en cuenta estas dos palabras: expresión y comunicación. Ya que ambas las utilizamos: una para cuando se hace la entrega personal del informe de forma oral y escrita a los padres de familia, instituciones educativas, profesionales tales como: neurólogos, psicólogos clínicos, terapeutas, docentes.

Trataremos de darles una pequeña ayuda que deben de considerar y distinguir a la hora de expresar o comunicar.

Cuando se habla de «expresión» es el acto de manifestar o exteriorizar un pensamiento, un sentimiento o un estado de ánimo. La «comunicación» es trasmitir mensajes utilizando un código o lenguaje previamente conocido por el emisor y el receptor, donde específicamente debemos de darle un significado semántico a los signos que utilicemos para este proceso. Es importante tener claro, que el receptor del informe debe de tener muy claro el significado del mismo y nosotros debemos de ser muy naturales en la redacción para que el mensaje pueda ser entendido e interioridad por los lectores.

La comunicación rebasa los límites de la mera expresión, implica no solo manifestar o exteriorizar lo que se piensa, sino tener la habilidad de transmitirlo en forma muy clara.

La expresión es un medio para que se produzca la comunicación, la correcta expresión es necesaria para la comunicación, pero no la garantiza de ninguna manera. La comunicación puede lograrse y se logra sin que medie una correcta expresión.

La redacción del informe psicopedagógico es expresar por escrito conocimientos o hechos que se hayan producido en la realidad, donde no entran en juego ni la imaginación ni la creatividad del autor.

El informe psicopedagógico no es una composición ya que esta se define como la creación de textos con originalidad y absoluta independencia de la realidad objetiva.

Cuando redactamos el IP debemos de ajustarnos a los hechos reales, pruebas, resultados, observaciones y a nuestro propio criterio epistemológico con claridad y precisión, utilizando para la misma redacción el valor denotativo y connotativo de las palabras.

El valor denotativo de las palabras se refiere en el uso literal y explícito, como aparecen en los diccionarios, siendo un valor objetivo y conceptual.

El valor connotativo es la capacidad que tienen las palabras de expresar o despertar sentimientos, de sugerir valoraciones y de producir alguna respuesta emocional en el receptor. Este valor evoca, incorpora las intenciones del emisor con el receptor.

Los procedimientos lingüísticos de connotación que se utilizan para la redacción son: semántico, morfológico, gráfico y fónico.

Los IP son escritos de descripción (en su mayoría), este tipo de redacción consiste en decir con palabras los resultados arrojados por la evaluación diagnóstica donde ha existido observación de hechos, selección y organización de rasgos, resultados finales, que conduce al redactor a describir, analizar, orientar y recomendar los hechos y las estrategias a seguir.

La redacción del IP según Salvia y Ysseldyke (1997) y otros autores nos describen 7 elementos o características claves que recomiendan:

1. Equilibrio entre los datos objetivos y la abstracción: destreza para utilizar la información obtenida sin referir suposiciones personales basadas en observaciones hechas.
2. Uso de la modulación: utilizar un tono que transmite la información recabada, especialmente cuando se refiere aspectos de índole personal.
3. Ser asertivo y modesto.
4. Mantener el interés del lector.
5. Usar de forma inteligente gráficos, ilustraciones, cuadros, cuerpo del informe.
6. Habilidad de discutir cada parte del informe, donde se requiere la destreza de ser muy claro en la exposición.
7. Facilitar el proceso de toma de decisiones por parte de los profesionales involucrados, la familia y el paciente.

También se identifican prescripciones para redactar bien un informe:

1. Lenguaje bien definido y específico (comunicación de aspectos concretos no generalidades).
2. No utilizar abreviaturas.
3. Evitar palabras rebuscadas o incorrectas.
4. Evitar frases o ideas personales.
5. Evitar frases exageradas.
6. Evitar uso de calificativos.
7. Redactar en forma positiva, legible y sincera.

Fuentes: Evaluación diagnóstica en la atención de estudiantes con necesidades educativas especiales, Evaluación y tratamiento psicopedagógicos, Curso básico de redacción.