El término conducta adaptativa es bien conocido dentro de la Psicología científica desde hace décadas (Pavlov, 1927).  Este concepto sin perder sus raíces, adquiere rasgos diferenciales al iniciarse la década de 1960 cuando entra la definición de discapacidad intelectual propuesta por que lo hoy llamamos AAIDD, Asociación Americana de Discapacidad Intelectual y del Desarrollo (Haber, 1959 y 1961).

La conducta adaptativa se considera en la actualidad un concepto multidimensional, de carácter evolutivo, ya que el dominio de las habilidades adaptativas de una persona debe hacerse siempre considerando su edad.  Tiene un carácter situaciones más que de rasgo, es decir la conducta adaptativa tiene que interpretarse no solo en términos absolutos de rendimiento individual, sino muy al contrario tomando en cuenta las características, expectativas y oportunidades mediante las cuales el entorno facilita o no su expresión o adquisición.

La conducta adaptativa propuesta por AAIDD,  ha variado a lo largo de su más de medio siglo de historia, pasando por tres fases diferenciadas:

  1. Entendida como un gran constructor multidimensional.
  2. Ya no se habla de la conducta adaptativa, sino de 10 importantes áreas de habilidad adaptativa.
  3. Se vuelve una idea global de la conducta adaptativa, compuesta en tres dimensiones:
    • Conducta adaptativa práctica, que integra habilidades necesarias para satisfacer las necesidades personales más directas y para ser un miembro activo de la sociedad.
    • Conducta adaptativa social, que incluye habilidades necesarias para establecer relaciones sociales, de manera apropiada.
    • Conducta adaptativa conceptual, que agrupa habilidades cognitivas y académicas, que muy a menudo se ejercitan y se aprenden en la escuela y que nos sirven para manejarnos en lo cotidiano (Schalock, 1999; American Association of Intelectual and Develomental Disabilities, 2011).

Fuente: Harrison, P; Oakland, T. «Sistema para la Evaluación de la Conducta Adaptativa». Editorial TEA Ediciones, 2013.