- Una palmadita en el hombro.
- Una sonrisa.
- Una palabra alentadora y estimulante de vez en cuando.
Usted puede ayudar a desarrollar buenos sentimientos en el niño cuando lo elogia, pero es importante que el elogio sea merecido. Si usted elogia cualquier detallito, ellos sabrán que no estamos siendo sinceros.
Esto evitará que intente, es mejor elogiar lo que han hecho, que elogiarlos a ellos:
“¡Cielos, qué bonito luce tu cuarto!”
“Te agradezco mucho, mucho que me ayudes con el bebé”.
“Carlitos, me agradó la atención que pusiste cuando te estaba hablando”.