Se propone un modelo de evaluación diagnóstica en el que resulta fundamental el examen de los procesos y funciones a los aprendizaje básicos escolares donde encontramos tres variables esenciales:
- Bases neuropsicológicos de las dificultades de aprendizaje: constituyen el elemento central del diagnóstico, es un proceso que tiene como principal objetivo responder a la cuestión de «por qué» existe un trastorno, por medio de la identificación de procesos un funciones alteradas o con un nivel mauritano insuficiente desde el punto de vista del aprestamiento para el aprendizaje (madurez escolar).
- Manifestaciones sintomáticas: este responde al «qué», es decir un perfil exacto de aquellas consecuencias que afectan el proceso de aprendizaje en el plano de las adquisiciones escolares efectuadas por el alumno, es decir los aprendizaje básicos (lectura, escritura, cálculo), y sin dejar de lado el comportamiento y la actividad motriz.
- Aspectos evolutivos: ya que partimos de una concepción mauritana del aprendizaje, es fundamental incluir la exploración diagnóstica d ellas alteraciones a los niveles de desarrollo alcanzados por el paciente, estando vinculadas en forma estrecha a las bases neuropsicológicos anteriores. Los aprendizajes escolares es lo que permite establecer el grado de generalidad del trastorno, como lo puede ser un simple retardo madurativo como un retardo patológico. Jonson y Myklebust, 1968 nos dicen: «Un niño podría estar listo para aprender a leer respecto a sus funciones visomotricres, pero no estar listo desde el punto de vista auditivo».
Estos tres componentes del diagnóstico no van por separado, sino son elementos que deben ser relacionados entre sí por el evaluado para establecer la correspondiente juicio clínico y fundamentarlo: el diagnóstico debe permitir una hipótesis neuropsicológica plausible de la dificultad de aprendizaje analizada.
Fuente: García V. Jesús, González M. Daniel «Dificultades de aprendizaje e intervención psicopedagógica».