Recordemos que deficiencia es “toda pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica” (Obando, 1990:43)[1].
También se ha empleado el termino tradicional para determinar si una persona es o no ciega, desde el punto de vista educativo una persona es ciega cuando carece totalmente del sentido de la vista, o que solamente percibe la luz, la cual le sirve para la orientación y movilidad, aprendiendo a través de los sentidos del tacto y el oído. (Ramírez, 1193:6).
Las causas pueden ser:
- Rubéola congénita: es un virus, se produce en los tres primeros meses de embarazo, se transmite por la placenta. La enfermedad provoca deficiencias visuales, cataratas, defectos del oído interno, malformaciones cardíacas, alteraciones difusas de las células del cerebro.
- Retinosis pigmentaria: provoca lesiones progresivas en la retina que producen una pérdida de la visión la cual aumenta paulativamente, hasta alcanzar grados severos.
- Glaucoma: es un aumento de la presión del globo ocular (dificultad de drenaje de líquido). Provoca compresión de las estructuras del ojo y lesiones progresivas.
- Cataratas: es cuando se opaca el cristalino impidiendo el paso de los estímulos luminosos. Se da en niños como en adultos.
- Accidentes: son laborales, domésticos o de tránsito producen importantes deficiencias visuales de uno o ambos ojos, pérdida de un ojo, cicatrices de córnea.
- Toxicidad por el oxígeno: en los años 50 y 60 se encontraron personas con lesiones de la retina provocada por altas cantidades de oxígeno suministrados con la intención de evitar lesiones del cerebro (hipoxia: reducción de oxígeno que llega la feto) en sus primeros días. También se conoce como fibroplasia retrolental.
- Infecciones: virales y bacterianas del ojo (dolor ocular, enrojecimiento de la conjuntiva, lagrimeo, secreciones) con tratamiento antibiótico adecuando pueden curarse sin dejar secuelas.
- Deficiencia vitamina A: afecciones del ojo por desnutrición asociada a la carencia de vitamina A.