La motivación es aquella que nos impulsa a ser mejores, si motivamos a nuestros hijos, estudiantes les estaremos reforzando su seguridad, el autoestima, la confianza en sí mismos de que son capaces de todo.

Algo que sucede con frecuencia entre los padres y algunos docentes es que olvidamos felicitarlos sea por su buen comportamiento, por un logro alcanzado, porque logro superar una calificación, o sencillamente porque es una increíble persona.  Estamos más anuentes a criticar un mal comportamiento y más aún cuando hacemos un combo: es decir felicitan el buen comportamiento y a la vez lo critican, por ejemplo: “Si dejaste de pelear, pero solo después de que te regañe”.

Cuando premiamos el esfuerzo, el control de sí mismo y la conducta bien pensada, representará grandes beneficios para usted y para su hijo o estudiante.

El mejor momento para MOTIVAR es cuando: se reconocer lo más pronto posible, con la mayor frecuencia posible, cuando ve esfuerzo, control de sí mismo y un comportamiento serio.

¿Cómo DECIRLO?

·         Recuerdas que practicaste mucho para el concierto y tuviste una gran actuación? Apuesto que este año practicarás igual (recordando esfuerzos y éxitos pasados).

·         Estoy muy feliz y orgullosa (so) por la forma en que te comportaste hoy.  Sé que no era fácil (felicitaciones seguidas de un comentario de empatía).

·         Magnifico trabajo, lo que más me gustó fue cuando…..

·         Pudiste haberte enojado con tu hermana y empujarla, sin embargo, no lo hiciste.  Eso demuestra que tienes control de ti mismo, lo que me da mucho gusto.

·         Me di cuenta que compartiste las galletas con tus amigos.  Eso estuvo muy bien.  Algunos niños no hacen eso.

¿Cómo NO DECIRLO?

·         Todos perdemos de vez en cuando.

·         Lo hiciste bien, pero podrías hacerlo mejor.

·         Estuviste increíble, asombroso, sorprendente.  Estas exageraciones tienen efecto si se usan poco, si la usa siempre creará en el niño desconfianza.

·         Sí lo hiciste bien, pero así esperaba que lo hicieras.