ASERTIVIDAD2. SER ASERTIVOS:

Es el manejo positivo de la agresividad, entendiéndose ésta como fuerza, valor,  empuje, intención, que impulsa a obtener lo que se desea, necesita, anhela o  sueña, sin agredirse o lastimarse a sí mismo o a los demás. El manejo de la  asertividad en la persona requiere una autoestima alta, el autoperdón y el uso  de la razón. Ser consciente de sí mismo, de la realidad de su sentimiento y su  conducta.

El ser asertivo se caracteriza por pedir lo que se necesita, decir lo que gusta o  no, expresar lo que siente cuando es necesario. Tener siempre presente el:  ¿para qué?, ¿para qué lo digo?, para informar, darme a conocer etc., o para  humillar lastimar o reclamar. Si este ¿para qué? no responde a algo positivo, es  mejor callarse.

Para ayudar a las personas asertivas  a canalizar su agresividad negativa u hostil, una forma muy positiva es  a través de  los deportes, ejercicios físicos o de relajación, o por actividades que permiten la  salida de esa energía acumulada.  Ser asertivo significa poner en práctica las  actividades propias respetando los derechos de los demás; significa tener el  valor de usar la percepción y comunicación, ya que lo que cuenta más en un  mensaje no es el «qué» sino el «cómo» se dice.

La no asertividad o agresión hostil es el manejo negativo de la agresividad; es  decir, satisfacer las propias necesidades y derechos sin importar las de los  demás. La no asertividad se maneja por medio de una autoestima pobre y baja,  con autodevaluación, tristeza y depresión, con sentimientos de culpa que pueden provocar la autodestrucción. La persona no asertiva canaliza su  agresión destruyendo objetos, golpeando física, moral y económicamente a  otras personas, levantando falsos y sobreprotegiendo a los demás.

Existe otro tipo de personas no asertivas:  éstas son pasivas, no dan a conocer  a los demás sus opiniones y necesidades legítimas, se dejan manipular por  otros, pero nunca hacen o piden que los demás las escuchen; dejan que pasen  por encima de ellas.