SABÍAS QUÉ…….
JUGAR NO ES PERDER EL TIEMPO
Los niños no juegan para entretenerse; se trata para ellos de una necesidad vital.
Los que no tienen juguetes también se las ingenian para jugar, porque el juego facilita su desarrollo intelectual, motor, afectivo, psicológico, social.
Estas son algunas de las funciones que el juego desarrolla:
1. Motricidad: el juego permite moverse, correr, entrenar los músculos, ejercitar la habilidad y destreza manual.
2. Percepción: gracias a la necesidad de jugar se activa el deseo de explorar del niño, buscar, manipular, tocar, probar…
3. Creatividad: el pequeño va creando su propio juego, inventa las situaciones que le interesan, imagina, diseña…
4. Comunicación: en la actividad del juego está implícita la comunicación, el dialogo y el relato, bien sea con los juguetes, con los padres o con otros niños.
5. Estrategia: en el desarrollo del juego, el niño tiene que resolver problemas que se van planteando; esto le ayuda a razonar y a diseñar el modo de conseguir llegar al fin que se ha propuesto.
6. Socialización: jugar con otros a veces provoca conflictos, pero es más divertido hacerlo en equipo; eso les enseña a negociar con el otro, respetarle, quererle y en especial aprender a compartir.
7. Autocontrol: a veces juega para distraer su ansiedad y superar sus miedos.