Cuando  significa hacer por el niño o el joven lo que él puede hacer por sí mismo.  Es arrebatarle su confianza en sí mismo, su anhelo a hacer (yo puedo), a sentirse emocionalmente capaz.  La sobreprotección acaba con la voluntad del niño y lo vuelve inútil, dependiente y flojo.  Se lastima su autoconfianza y lo convierte en un ser inseguro y miedoso, ¿realmente queremos esto de nuestros hijos o nuestros estudiantes?

Te nombramos las actitudes del niño sobreprotegido: